No es necesario realizar grandes acciones. Si llevamos a cabo aquellas que están a nuestro alcance, estamos seguros de que vuestros mundo y el de la gente que os rodea también cambiará de color.
Para ello es importante trabajar la empatía desde una edad temprana, y aunque no hablemos del término como tal, si que invitemos a nuestros alumnos a ponerse en el lugar de los demás de forma habitual, tanto si están viviendo una experiencia desagradable, como si están experimentando una alegría desbordante. En ambos casos debemos ser capaces de ponernos en la situación de los demás, para poder comprender de una mejor forma como se sienten.
Os proponemos un reto: a lo largo del día de hoy debéis intentar al menos hacer una acción que ayude a hacer de nuestro mundo un lugar mejor. Ya habéis visto en el vídeo que no hace falta hacer nada extraordinario. ¡ÁNIMO!
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